Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños. La violencia en ámbitos como el hogar, la escuela o el barrio, son también elementos que aumentan las posibilidades de que los niños, niñas y adolescentes ingresen prematuramente al mercado del trabajo, en busca de alternativas que les brinde autonomía para huir de esas condiciones.
El trabajo infantil es una forma de explotación de los niños, niñas y adolescentes que, al mismo tiempo crea contextos en los cuales otras manifestaciones de violencia contra ellos encuentran espacio propicio para proyectarse: “la violencia contra los niños y el trabajo infantil están estrechamente ligados ya que la violencia actúa en ambos y agrava las circunstancias en que se encuentran los niños que realizan trabajo infantil” (UNICEF, 2014:13).